miércoles, 18 de noviembre de 2009

107.- Mi vaca
Simplemente estoy cansada de apagar el despertador a una hora en la que
aun estoy cansada.
Apenas miro la tostada, y menos aún puedo dedicar tiempo, aunque sea una sonrisa, al angelito que entre los demostrativos "estos, esos y aquellos"y mi todopoderoso pronombre “yo”, convertiremos en acorazado, gracias al tiempo sin tiempo y al ocio desmedido que encima casi siempre queda sin usar ...
Pero....¡menos mal que luego siento gran alivio porque se que tengo mi parte vaca!:
Va acá y va allá...
y retoza en sus inmensos y verdes pastos oliendo la vida cerca de su ternerito...
y recuerda a ese toro bravo que la encandila y le pone la leche blanca-blanca...
¡qué bien que algunas vacas deciden sentir de cuerno a cuerno la brisa del mar!
Y qué bien disfrutar de lo sencillo, como mi vaca amiga que un día se fugo a ver el mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario