miércoles, 18 de noviembre de 2009

124.-LA MORENA
A veces, mi madre, mientras teje en la cocina- en invierno siempre es en la cocina-, me cuenta cosas, recuerdos inconexos que le llegan a la memoria a borbotones. Yo no digo nada y sólo escucho, esperando entender los misterios de un mundo perdido para siempre. A mi madre parece que la memoria le da pena.
-Todavía me acuerdo de La Morena, después de tantos años.
- ¿De qué morena?
- De la última vaca. Era muy buena, noble y elegante y con el andar sereno. Eso sí, daba poca leche
- Yo era muy pequeño, mamá, casi no me acuerdo
- Es verdad, ya estaba en casa antes de que tú nacieras. Teniamos que haberle hecho una foto y ponerla en el salón junto a la de papá
Mi madre, mientras teje en la cocina, siempre se duerme, luego se despierta y sigue contandome cosas mientras deshace la labor hecha buscando los puntos perdidos durante el sueño. Teje y desteje sin perder la paciencia.
Mi madre me dice que siempre tiene sueños,a veces sueña con muertos, sueña con mi padre, sueña conmigo y dice que también sueña con la mi Morena.

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