miércoles, 18 de noviembre de 2009

129.- UN CIELO PEQUEÑO
Sé que algunos me miran y piensan que no estoy donde quiero estar. Dan un buen trago a la cerveza y, cuando se relamen, me sonríen de lado. Creen que ellos sí han conseguido algo que yo no. Imaginan mi casa y les gusta más la suya. Ven a mis amigos, que aquí andan, y se alegran de no ser ellos. Yo dejo que se crean afortunados, y no les cuento que me falta tiempo para venir a abrir el bar cada mañana. Que disfruto sabiendo que Pedro quiere vermú y Roberto no. Que veo primeros besos en esa mesa del fondo. Que cuando acaba el día y esto es todo silencio, recojo y cada vaso me recuerda la carcajada de quien lo apuró.
No les cuento que sé que no me envidian, y que yo a ellos tampoco.

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