Miren la Luna, observen la noche, hay algo celeste tras la Luna que parece poesía y las gentes que ahora no están, lo hace magia. Algo hay, no les miento, en las calles solitarias que no las hacen tan solitarias y para un alma tan solitaria como la mía, es como si estuviera en casa. Otra persona cualquiera en su sano juicio que iría por alli, a medianoche, no andaría como yo, gozando, seguro iría palmo a palmo viendo los riesgos que tienen las calles solitarias, pero yo que hago poesía de ellas, como ya lo dije, es como si estuviera en casa.
jueves, 19 de noviembre de 2009
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