jueves, 19 de noviembre de 2009

154.- El corazón delimitado
Todo lo que siento. Todo lo que quiero. Todo lo que me hace sonreír. Todo lo que me hace brillar. Todo por lo que un día sería capaz de luchar, por lo que sería capaz de rendirme. Todo lo que me hace feliz y todo lo que me llena de melancolía. Todo se resume en esa mesa, en aquel día. Tus ojos reflejando mi mirada y nuestras rodillas tocándose. Y en el corazón, en las entrañas, la certeza de haber encontrado un sentido a la realidad. Una luz en el camino.

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