miércoles, 18 de noviembre de 2009

109.- 100 días y una noche sin amor
“…Comenzó a llover de forma incesante. Su intensidad y tu silencio vaticinaban negras sombras. Te intuí frágil y distante. Nuestros pasos se perdieron por la calle del sol. Caminabas un metro delante de mí. El sonido firme de aquellos tacones delataba un camino sin retorno. Tu pelo húmedo desprendía aroma a tiempos mejores. Yo quería aspirar y dormirme en su recuerdo. Oí risas hirientes en la noche. El mundo parecía feliz sin mí.
…La inercia nos llevó al Rubicón. Su luz cegadora deslumbró mis ojos cansados. Pediste un Martini seco y te acomodastes para darme el estoque final. Me senté enfrente de ti. Quería ser consciente de mi posición cuando el alma me abandonase sin remedio. No veía aun tus ojos. Sólo una lágrima furtiva derramada en la copa me alertó del comienzo del fin. Me miraste y yo me perdí para siempre en tus pupilas”

No hay comentarios:

Publicar un comentario