miércoles, 18 de noviembre de 2009

123.- DELICIOSA QUIETUD
Recuerdo otras tardes como esta, donde el aire gris huele a otoño y a leña quemada. Recuerdo a una mujer toda cubierta de piel, un beso torpe y una caricia llena de esperanza. Recuerdo a un hombre, tal vez fuera yo, fumando despacio mientras mira como cae la nieve, tan callada, sin sentir miedo. Recuerdo oras personas, paisajes, músicas y colores. Recuerdo otras cosas que fuí y que sentí porque ahora no soy nada.
Esperando la inevitable transformación, sueño que soy una crisálida y me pregunto si la nostalgia será también patrimonio de bestias y dioses, o sólo del hombre.
Deliciosa inquietud. Deliciosa quietud.

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