17.- La historia de Piotr
La guerra fría estaba en su punto más álgido, y la KGB encontró el modo de infiltración perfecto. Con estas nuevas identidades, sus agentes podrían colarse en lo más profundo del mundo capitalista sin levantar la menor sospecha.
Gracias a ello fue cómo Piotr se encontró embarcado en una situación que le venía grande. Al principio enviaba la información recopilada cada vez que le era posible, pero con el tiempo todo se fue volviendo más complicado: Su disfraz era perfecto, pero mantener la coartada exigía un esfuerzo mental que se cobraba con creces todo lo que Piotr podía dar de sí.
Y los informes se fueron espaciando. Y acabó la guerra fría. Y cuando llamaron a Piotr a Rusia ya no
tenía ninguna razón para volver. Ni siquiera recordaba cómo era la estepa donde se crió.
Pero era feliz. Y así decidió acabar sus días disfrazado, en misión secreta.
La guerra fría estaba en su punto más álgido, y la KGB encontró el modo de infiltración perfecto. Con estas nuevas identidades, sus agentes podrían colarse en lo más profundo del mundo capitalista sin levantar la menor sospecha.
Gracias a ello fue cómo Piotr se encontró embarcado en una situación que le venía grande. Al principio enviaba la información recopilada cada vez que le era posible, pero con el tiempo todo se fue volviendo más complicado: Su disfraz era perfecto, pero mantener la coartada exigía un esfuerzo mental que se cobraba con creces todo lo que Piotr podía dar de sí.
Y los informes se fueron espaciando. Y acabó la guerra fría. Y cuando llamaron a Piotr a Rusia ya no
tenía ninguna razón para volver. Ni siquiera recordaba cómo era la estepa donde se crió.
Pero era feliz. Y así decidió acabar sus días disfrazado, en misión secreta.
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