jueves, 12 de noviembre de 2009

35.- Candela
Que Candela fue una hembra de tronío, de esas de rompe y rasga, queda fuera de toda duda. Cierto es que hace bastante tiempo de sus mejores momentos, pero guarda en su rostro hojas frescas del pasado, sus ojos oscuros no han perdido el brillo y su piel soslaya muchas de las dunas que a la mayoría de las mujeres han marcado el rostro a su edad.
Lejos quedan aquellos días de luces, escenarios, lentejuelas, piano, tabaco y su voz cantando tonadillas, tangos y cuplés. Su voz maravillosa, que ni tan siquiera el frío y el humo constante y espeso de los cigarrillos, prendados de su cuerpo, han conseguido doblegar. Y ella lo sabe, y vuelve al café cada día y contiúa entonando sus canciones, nunca olvidadas, para entusiasmar a los demás clientes y, sobre todo, para deleitarse a sí misma y sentirse, un poco, la artista que fue.

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