39.- RASTROS
En esta calle he perdido cuanto tuve en la vida. ¿Ves ese edificio amarillo? Albergaba el juzgado donde me reuní con mis hermanos por última vez para malvender la herencia de mi madre, cuyo funeral se ofició en la iglesia de enfrente. ¿Y aquel chalet de la esquina? Es la academia donde conocí a mi ex mujer durante la universidad. Vivíamos en el número 3, que sigue compartiendo con el repartidor del Pinocho por el que me abandonó.
Hoy, sin asfalto, aceras ni alcantarillas, las huellas de mi pasado se han desvanecido.
En esta calle he perdido cuanto tuve en la vida. ¿Ves ese edificio amarillo? Albergaba el juzgado donde me reuní con mis hermanos por última vez para malvender la herencia de mi madre, cuyo funeral se ofició en la iglesia de enfrente. ¿Y aquel chalet de la esquina? Es la academia donde conocí a mi ex mujer durante la universidad. Vivíamos en el número 3, que sigue compartiendo con el repartidor del Pinocho por el que me abandonó.
Hoy, sin asfalto, aceras ni alcantarillas, las huellas de mi pasado se han desvanecido.
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