lunes, 16 de noviembre de 2009

62.- CULPA MIA
Por una de las calles más congestionadas de Santander, la calle Sol, pasaba una mujer en su coche, tocando la bocina alegremente, hasta que fue a chocar con el nuevo descapotable del señor Jordán. Mientras desenredaban los parachoques, dijo la señora, un poco de mala gana:
-Creo que todo fue culpa mía.
-Nada de eso – dijo el señor Jordán, inclinándose galantemente --. Le aseguro que
la culpa es enteramente mía. La vi a usted a tres manzanas de distancia y tuve bastante tiempo para irme por una de las calles laterales.

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