lunes, 16 de noviembre de 2009

83.- ILUSORIO
Si uno se detiene en su intensa mirada, da la sensación de que había tenido una vida gozosa como pocas. Sin embargo, se había pasado la mitad de ella bajo el techo de su local. Su experiencia como barman le había permitido descubrir historias de toda clase, aquellas que le contaban los clientes. Entre copa y copa, alterna la escucha con las preguntas para sonsacar los detalles y enriquecer los ya de por sí interesantes relatos. Así, disfruta tanto como los propios consumidores e incluso más, porque luego tiene la oportunidad de contar las mejores historias a sus amigos. Claro que estos placeres también tienen efectos secundarios: los derivados de respirar el humo que generan las docenas de cigarrillos. Pero la peor de las consecuencias reside en el hecho de que en realidad no había vivido las incontables experiencias que vagan por su mente.

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